A veces necesitamos pausas para ir hacia nuestro mundo interior.
Lo he estado experimentando yo también.
Pienso que desde hace dos años el planeta entero y sus pobladores, los humanos, han estado experimentando cambios y movimientos internos muy profundos. Eso requiere de más energía emocional y mental e inevitablemente el cuerpo físico lo expresa con agotamiento.
A veces la vida nos pide ocuparnos de otras áreas de nuestra vida y está bien.
Entonces hay una inmensa necesidad de alejarse de todo exceso de estímulo, entradas de información o presiones sociales y terminamos en una cuevita arropados con una mantita, en silencio observando y sin decir mucho, casi nada o en total silencio.
Cuando volvemos a la luz, comenzamos a dar explicaciones y pedir disculpas. ¿Por qué nos sentimos que hemos hecho algo «mal» por qué hay culpa?
[ ¿Eres quizás una persona altamente sensible? – TEST ]
Compasión y paciencia con uno mismo es la respuesta.
Lo interesante, es que no estamos acostumbrados a ninguna de las dos cosas: ni a ser pacientes con nosotros mismos, ni autocompasivos pero es la mejor práctica que podemos hacer diariamente.
Hoy te deseo de todo corazón que estés bien y en paz.
Saludos llenos de polvo de estrellas índigo ✨
Ceci